jueves, 11 de febrero de 2010

MI AMIGA LA GORDITA:

Érase una vez una niña de un pueblo muy pequeño que tenia un problema de obesidad aunque para ella no era un problema poco a poco si que se fue convirtiendo en un gran problema. En el colegio sus compañeros estaban constantemente metiéndose con ella, le llamaban tocino de cielo, albóndiga. Esta niña luchaba cada día por ser normal, tener amigos, jugar, divertirse y todas esas cosas que hace una niña de doce años de edad, todos sus esfuerzos eran en vano porque cada vez que intentaba hacerse amiga de alguien la rechazaban aun mas. Empezó a odiar el colegio cada vez más, se ponía enferma de pensar que tenia que ir y aguantar constantemente los insultos de sus compañeros, no le podían ni preguntarle sus familiares que como le iba con los estudios porque se ponía a temblar y no podía dejar de llorar cada vez que le sacaban ese tema. Por culpa de esos insultos y ese rechazo que sentía dejo de comer tan solo bebía zumo. Empezó a tener principio de anorexia, se puso en manos de médicos y poco a poco empezó a salir de ese infiero en el que se había metido por culpa de unos cuantos niños mal educados, llego ha hacer verdaderas tonterías. Hoy en día lo ha superado y sabe que es muy cruel meterse con cualquier niño por tener un problema, ella sabe el sufrimiento por el que se pasa, así que tan solo dice que cada uno es como es y que todos nos tenemos que aceptar no por ser gordos o flacos, altos o bajos, o tener cualquier otro problema, sino por como somos por dentro que es lo que verdaderamente es lo importante. Ahora sabe que cometió un gran error hacerse caso de esos niños que le hacían daño casa vez que la insultaba porque se hacia daño a si misma mientras que todos los demás se divertían sin tener en cuenta sus sentimientos. En este momento tiene cuarenta años, es una persona normal con muchos amigos y siempre esta rodeada de personas que la quieren aunque sigue estando gorda eso no le impide seguir haciendo su vida normal porque no es ninguna persona extraña y todo el mundo que la rodean no la quieren por estar gorda o flaca, sino por el buen corazón y la persona tan maravillosa que es. Tan solo decir una última cosa, todos nos deberíamos de llevar bien y nos tenemos que aceptar tal y como somos que la vida son dos días y uno estamos durmiendo.

YASMINA JIMÉNEZ TORRES.

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